Estudio sobre vinculación de niños, niñas y adolescentes a organizaciones criminales en Ecuador.
Junio 2025
Históricamente, la participación de jóvenes entre 15 y 24 años en actividades delictivas en Ecuador estuvo vinculada a la pertenencia a pandillas, las cuales ofrecían un sentido de hermandad y pertenencia como respuesta a contextos marcados por la exclusión social, la violencia estructural y la debilidad institucional. No obstante, a partir de 2019, en el marco de una profunda y sostenida crisis penitenciaria, emergieron nuevas bandas criminales que han incrementado progresivamente su poder mediante el control territorial, la violencia, la extorsión, el tráfico de drogas y el secuestro, especialmente en diversas ciudades de la región costera del país.
Una de las estrategias adoptadas por estas organizaciones ha sido la incorporación de NNA, incluso desde los 10 años, a través de procesos de adoctrinamiento y manipulación, así como con el objetivo de generar distracción y disminuir la exposición de los mandos medios. No obstante, esta vinculación no siempre se da por medios coercitivos. En muchos casos, los menores ingresan a estos grupos impulsados por un sentimiento de pertenencia, lealtad y protección en contextos de precariedad económica, exclusión educativa y falta de oportunidades.
Los resultados muestran una preocupante normalización de la presencia de grupos criminales
en barrios y escuelas, donde operan mediante coerción, seducción o vínculos familiares y comunitarios. Sin embargo, también se identificaron factores protectores, como el papel de las madres y el interés de muchos adolescentes por la educación y la legalidad. Frente a esta realidad, se concluye que la prevención debe abordarse de forma integral, articulando acciones entre escuelas, familias, comunidades, autoridades locales y el propio Estado. El fenómeno excede el ámbito penal y demanda respuestas sociales sostenidas y coordinadas
La unidad de análisis son los NNA entre 12 y 17 años de las ciudades mencionadas. El estudio explora las motivaciones individuales, sociales y culturales que inciden en su vinculación con organizaciones criminales, superando explicaciones tradicionales al centrarse en los roles, intereses y racionalidades de los actores involucrados para una comprensión integral del fenómeno. La contextualización del problema se realiza mediante análisis documental (fuentes secundarias), incluyendo investigaciones previas, documentos y estadísticas oficiales, reportajes periodísticos y normativas vigentes. Esto permite construir herramientas analíticas para comprender las condiciones sociales, económicas, criminales e institucionales que enmarcan la vinculación de NNA a organizaciones delictivas. Además, se recurrió a entrevistas semiestructuradas con personas expertas o conocedoras del fenómeno a nivel territorial, con el objetivo de enriquecer la aproximación a la problemática.